miércoles, 14 de febrero de 2007

La conexión entre los superhéroes y las "novelas de a duro"


¿Son Doc Savage o La Sombra superhéroes? ¿Son The Phantom (El Hombre Enmascarado) o Superman personajes pulp?

La respuesta a ambas preguntas es sí y no a la vez.

Los pulps y los cómics de superhéroes son dos medios hermanados cuyos inicios en la primera mitad del siglo XX en los Estados Unidos vienen marcados por la vocación de sus editores y creadores por ofrecer a los lectores productos de consumo rápido orientados primordialmente a la literatura de aventuras con altas dosis de género fantástico.

Así, no es de extrañar que personajes de los cómics y los pulps compartieran orígenes, escenario o motivaciones.

De esta forma, los idealizados héroes aguerridos que luchan por el bien (o por el mero placer de la aventura, todo sea dicho) suelen estar rodeados por una serie de elementos reconocibles por todos:

Un origen mítico y a veces mesiánico, muchas veces enclavado en la más pura ciencia ficción. Caso de Doc Savage y Superman.

Las máscaras utilizadas por los héroes para ocultar su identidad.

El deseo por combatir (o castigar) a los criminales de personajes como La Sombra o Batman debido a unos sucesos trágicos ocurridos en su pasado.

Una base de operaciones secreta y una serie de parafernalia utilizada por el héroe para luchar contra el crimen que va desde asombrosos vehículos hasta sorprendentes artilugios, como les ocurre a Doc Savage, El Hombre Enmascarado y, nuevamente, a Batman.

Las circunstancias que se dan para que los héroes sean unos expertos en todo tipo de ciencias o técnicas de lucha.

Y, por último, dentro de esta recapitulación de los parecidos entre los cómics y los pulps, se encuentra lo más importante. La valía de un héroe debe medirse según sea la valía de los villanos y, porqué no, de los personajes secundarios que lo acompañan en sus aventuras. De esta manera, tendremos en sus aventuras al peor de los villanos, la más fiel de las novias (que terminará siempre secuestrada por el villano de turno) y al más fiel de los compañeros (el sidekick), que terminará sacando al héroe de más de un apuro y servirá, muchas veces, como contrapunto cómico ante el más serio de los héroes.

Quedan en el aire más conexiones entre ambos géneros. ¿Cual se os ocurre a vosotros?


¿Porqué decir "pulp" si podemos llamarlas "novelas de a duro"?

Aquí en España a los cómics se les ha llamado hasta hace bien poco tebeos, y a la literatura pulp se le ha solido conocer con el apelativo de bolsilibros o novelas de a duro.

Y todo porque aquí la literatura pulp,se editó en formato de pequeños y cómodos libros de bolsillo que luego se cambiaban en los puestos de pipas o kioskos por otros "nuevos" que no se hubieran leído; en lugar de publicarse en grandes revistas impresas en papel barato (de ahí viene lo de pulp, del tipo de papel usado en esas revistas), tal y como se hacía en los Estados Unidos.

En efecto, las novelas de a duro norteamericanas y los bolsilibros españoles tienen muchos puntos en común.

En ambos formatos se publicó principalmente literatura popular para satisfacer las necesidades básicas de lectura de entretenimiento de los lectores. Lo que no impidió (aun con las limitaciones impuestas por el espacio y los editores) que se publicaran tanto en los pulps como en las novelas de a duro obras de excelente factura. Así, grandes plumas como Robert E. Howard, H. P. Lovecratf, Domingo Santos o Francisco González Leresma (Silver Kane) han publicado el grueso de su obra dentro de estos formatos de literatura popular.

Las novelas publicadas para estos mercados destacan por su corta extensión. Un bolsilibro español apenas solía extenderse más de cien o ciento veinte páginas y una novela corta (o relato largo) publicada en una revista pulp solía contar con un mismo número de páginas en caso de ser editada en formato libro.

Y, ante todo, en ambos casos lo que se publicaba era literatura de género. De esta manera el western, las novelas románticas, el terror, la fantasía, el policiaco o la ciencia ficción coparon el grueso de las publicaciones de la literatura popular de ambos países.

Por ello, en próximos artículos de este blog, cuando nos refiramos a los bolsilibros o a las novelas de a duro, estaremos hablando de los pulps.

domingo, 11 de febrero de 2007

¿Qué es la subcultura?

Es una pregunta de difícil respuesta pero, ciñéndonos a lo que opina mucha "gente de fuera" de lo que se cuece dentro de lo esos elementos culturales que ellas mismas denominan injustamente como "subcultura", puede verse claramente que dos de los géneros que se suele englobar dentro de esa palabra se encuentra la literatura de ciencia ficción o de fantasía en general y los cómics (un medio que, lentamente, está haciéndose un hueco entre las preferencias de los más elitistas como si fuera algo que está de moda y -es de esperar- que gracias a esa moda termine saliendo del ghetto y abrace a las "artes mayores más respetadas").

En efecto, cómics y ciencia ficción, son dos géneros minoritarios a los que bastantes personas, muchas de ellas desde los ámbitos culturales, se acercan con prejuicios y menospreciando grandes obras de arte simplemente por pertenecer al género al que pertenecen o añadiendo la coletilla de "Sí, es bueno; pero eso no es ciencia ficción", en caso de que les resulten interesantes.

Ya dentro de la "subcultura", por desgracia también hay prejuicios y nadie ose decir en una tertulia comiquera o ciencia ficcionera de culturetas que le gustan los cómics pijameros o las novelas de ciencia ficción o fantasía de franquicias o de los añejos bolsilibros -de Bruguera, Editorial Valenciana y tantas editoriales) que tantos momentos de entretenimiento le han regalado a varias generaciones.

Cierto es que la mayor parte de cómics de superhéroes o de novelas de ciencia ficción de serie B son basura, pero también hay un buen puñado de obras (más de las que cabría imaginar) que destacan por su calidad o por el buen hacer de un puñado de artesanos "que vendiendo su arte para ganarse el pan" y con las limitaciones a las que se veían contreñidos por el medio o los editores, crearon gran cantidad de novelas o cómics más que dignos que es de justicia recuperar.

Y ese es el propósito de este blog: Acercar a quien se pase por aquí una mirada a los buenos cómics de superhéroes o a la buena literatura de bolsilibros y franquicia.